En los departamentos del Atlántico, Magdalena y La Guajira en Colombia, existe una preocupante situación de subnormalidad eléctrica que afecta principalmente a los barrios con bajos índices socioeconómicos. Este problema se traduce en un acceso antitécnico, riesgoso y peligroso a la energía eléctrica, lo que limita que los habitantes de estas comunidades puedan desarrollar sus actividades cotidianas de manera eficiente, segura y en riesgo latente.
Ante esta situación, es necesario buscar soluciones que permitan mejorar el acceso a la energía eléctrica en estas zonas y garantizar que los habitantes puedan disfrutar de un servicio eléctrico adecuado y de calidad. En este sentido, las comunidades energéticas se presentan como una alternativa interesante y viable para combatir la subnormalidad eléctrica en estos departamentos.
Las comunidades energéticas son una forma de organización comunitaria en la que se aprovechan los recursos energéticos locales para generar energía eléctrica. En este modelo, los miembros de la comunidad se convierten en los propietarios y gestores de la instalación eléctrica, lo que les permite tener un mayor control sobre el suministro y los costos energéticos.
En el contexto de los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, las comunidades energéticas pueden configurar una solución efectiva para hacer frente a la subnormalidad eléctrica en estas zonas. Por un lado, permite aprovechar los recursos energéticos locales, como la energía solar, para generar energía eléctrica de manera eficiente y sostenible. Por otro lado, al ser una solución comunitaria, se promueve la participación activa de los miembros de la comunidad en la gestión y mantenimiento de la instalación.
Asimismo, las comunidades energéticas también contribuyen al desarrollo socioeconómico de las zonas en las que se implementan. Al empoderar a los habitantes de estas comunidades en la gestión de su suministro eléctrico, se fomenta la participación ciudadana y se promueve el desarrollo de habilidades y conocimientos en temas relacionados con la energía eléctrica.
No obstante, existen algunos desafíos que deben ser abordados para garantizar el éxito de las comunidades energéticas en estos departamentos. Uno de los principales desafíos es la falta de infraestructura y de acceso a tecnologías adecuadas para el aprovechamiento de energías renovables.
Recordemos que, como dato importante, la subnormalidad eléctrica en Colombia está representada en un 92% en la Región Caribe. El mercado eléctrico de Air-e se encuentra representado por un 14% ubicado en subnormalidad eléctrica, 72% en estratos 1, 2 y 3, en un 8% en estratos 4, 5 y 6 y el 6% del total en el mercado no regulado.
Esto nos permite considerar el planteamiento de una estrategia de intervención dirigida a impactar en las dinámicas económicas y sociales de barrios con subnormalidad eléctrica, estableciendo una transformación de un 14% del mercado eléctrico en la Región Caribe. Además, es necesario garantizar la capacitación y el apoyo técnico a los miembros de la comunidad que se encargan de la gestión y mantenimiento de la instalación eléctrica.
En conclusión, las comunidades energéticas pueden ser una solución efectiva para abordar los retos de la subnormalidad eléctrica en los departamentos de Atlántico, Magdalena, La Guajira y Colombia, en general. Estas comunidades no solo permiten aprovechar los recursos energéticos locales, sino que también fomentan la participación ciudadana y contribuyen al desarrollo socioeconómico de las zonas en las que se implementan, haciendo necesario abordar en primacía los desafíos pendientes para garantizar el éxito de estas soluciones energéticas comunitarias.