El departamento de La Guajira históricamente ha sido una tierra de bonanzas, pues su desarrollo económico se ha limitado al aprovechamiento de las oportunidades derivadas de la riqueza minero energética, su condición de departamento fronterizo, sus tierras fértiles y su larga extensión de costa. Esto ha permitido prosperidad y estabilidad económica en sus habitantes, pero también debacles en la calidad de vida de los guajiros. Hemos pasado por el café, las perlas, la sal, la bonanza marimbera, la gasolina y por último, el carbón.
Recientemente, y según datos de la Cámara de Comercio de La Guajira vemos como las principales fuentes de ingresos para los hogares guajiros se encuentran en actividades económicas ligadas al comercio, lo cual se valida con los datos publicados en el estudio socioeconómico 2023, en el cual se evidencia que cerca del 50% de las empresas formalizadas se dedican al comercio, un aproximado de 7.000 unidades de negocio.
Sin embargo, ahondando en el análisis, la misma Cámara de Comercio establece la tasa de supervivencia empresarial, esta se ubica en el 23.5% al cabo de 5 años, lo que quiere decir que de las 7.000 empresas que a 2022 existen dedicadas al comercio, solo se espera que sobrevivan 1.649 para el año 2027, si se mantiene la misma tendencia.
Esta tasa está por debajo del 33% que se presenta como promedio nacional, lo cual quiere decir que en el departamento existe una brecha asociada a la continuidad de los negocios, y esto, en un departamento con una de las tasas más altas de desempleo del país, representa un riesgo social que afecta a la calidad de vida de sus habitantes.
¿A qué se debe que los negocios en el departamento de La Guajira no logren alcanzar la madurez y sostenibilidad?, según un estudio desarrollado por The Failure Institute, cerca del 25% de las causas se asocian a malos manejos administrativos y a la imposibilidad de alcanzar la rentabilidad en los negocios, lo cual tiene una relación cercana con la formación del empresario y la sofisticación de la oferta de productos y servicios del negocio.
Es necesario entonces masificar los esfuerzos para que se logre mantener la tasa de creación de empresas y aumentar la tasa de supervivencia de los negocios, haciendo foco en la formación de los jóvenes del departamento en habilidades a fin con el emprendimiento e innovación, ya que, según lo establecen Freeman y Lundvall, “La competitividad de las naciones está basada en la innovación”.
Iniciar este proceso a una temprana edad apoya a la interiorización de conceptos y a la mecanización de su aplicación en las actividades del día a día, promoviendo el desarrollo de la curiosidad y la creatividad mediante la investigación y búsqueda de soluciones a problemas personales o de sus comunidades, buscando en el camino un beneficio económico.
Por esto la Mesa Más La Guajira de la ANDI viene impulsando iniciativas que buscan el cierre de brechas en la tasa de natalidad empresarial, uso y acceso de las TICS, entre otros indicadores de bajo desempeño que ubican al departamento en el puesto 30 de 32 evaluados en el Índice Departamental de Innovación (IDIC) 2022.
Un ejemplo de estas iniciativas es el proyecto Semillero de Emprendedores, el cual viene beneficiando a más de 100 estudiantes de instituciones etnoeducativas ubicadas en zonas de influencia de las empresas del sector minero energético que operan en el departamento de La Guajira, enfocándose principalmente en el desarrollo de habilidades en emprendimiento a través de herramientas digitales, asegurando la aplicación práctica de los mismos en una feria desarrollada en las instituciones, una vez finalice el proceso.
Así mismo, recientemente se inauguró el Centro de Innovación y Emprendimiento “José Prudencio Padilla”, iniciativa desarrollada por la empresa HOCOL, el cual tiene como propósito ofrecer a los emprendedores de La Guajira un espacio donde puedan encontrar herramientas y recursos que les permitan apalancar sus ideas y proyectos, de la mano de expertos que les ayuden a incrementar la posibilidad de alcanzar el éxito, en líneas estratégicas claves para el departamento tales como el turismo y la agroindustria.
De esta manera, se busca integrar al universo de conocimiento de estos jóvenes, las habilidades necesarias para impulsar su curiosidad y creatividad y que en ese proceso compartan el conocimiento con sus comunidades y así puedan ser promotores en el desarrollo económico de su territorio, logrando que el emprendimiento se convierta en la nueva bonanza para La Guajira.
