En el marco del Día Mundial del Clima y ante el aislamiento preventivo que decretó el gobierno nacional que obliga a los colombianos a estar en sus hogares, el Ministerio de Minas y Energía compartió algunos consejos para hacer uso eficiente del servicio de energía eléctrica.
Según MinMinas cada colombiano, en promedio, consume 150 Kilovatios hora al mes, de los cuales, el 48% corresponde a sistemas de refrigeración, el 15% al uso de la televisión y otro 15% corresponde a la iluminación. El porcentaje restante a calentamiento de agua y otros.
En refrigeración aconseja que la nevera deba estar en un espacio donde no reciba la luz del sol directamente, ya que se podría calentar el electrodoméstico más de lo debido, generando un mayor consumo de energía. Además, se debe abrir sólo cuando sea necesario para que así guarde la cadena de frío.
También se recomienda hacer mantenimientos a los filtros de los aires acondicionados y tener cerrados los espacios donde se encuentran para una mayor eficiencia. Además, en el control de la temperatura se pueden generar ahorros de hasta el 40% con acciones simples como mantener una temperatura de 22 grados y no de 18.
Uno de los electrodomésticos que más consume energía es la lavadora. Lo ideal es usarla máximo una vez al día. Disminuir su frecuencia de uso se puede lograr empleando cargas completas y evitando los lavados de ropa parciales.
Muchos hogares colombianos han incluido el uso de Airfryer en sus rutinas de preparación de alimentos. Se debe tener en cuenta que su consumo de energía es bastante alto, aproximadamente de 1.500 vatios, que es más del consumo de una plancha de ropa. Por ello, se recomienda moderar su uso.
De igual manera, es recomendable abrir las ventanas y permitir que la luz natural ilumine los hogares, reemplazar los bombillos tradicionales por focos led, los cuales consumen una décima parte de los bombillos incandescentes; no tener los bombillos encendidos si no se requieren y usar los equipos de sonido y televisores a un volumen moderado.
El sector energético juega un rol determinante frente al desafío del cambio climático. Según la ONU, el 90 por ciento de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono necesaria para reducir el calentamiento global depende del uso y fuente de los energéticos que usen los ciudadanos.
Este aporte se logra en un 41 por ciento con la incorporación de energías limpias como fuente de generación, 40 por ciento con eficiencia energética o menor consumo por habitante, 13 por ciento con la electrificación de la movilidad y 6 por ciento con otros mecanismos.