La visión de varios líderes de la universidad fue el punto de partida para un sistema de espacios, servicios y beneficios que ofrecen un nuevo concepto de bienestar para la comunidad Uninorte. Du Nord cumple dos décadas de creación y de generar recursos para entregar más becas.
En 2002, la universidad había inaugurado recientemente su coliseo cultural y deportivo Los Fundadores, introduciendo un nuevo concepto de bienestar y espacios para el desarrollo en el campus. En esa época, los espacios para disfrutar la vida universitaria se limitaban a las zonas verdes, la biblioteca, la cafetería «El Pueblito» y los puntos de encuentro que los estudiantes se apropiaban informalmente.
Con esta perspectiva, un grupo de líderes, bajo la visión de la vicerrectora administrativa y financiera, Alma Lucía Díaz Granados, proyectó «crear una biblioteca abierta que incluyera una sala de internet, una zona de esparcimiento con espacio para juegos electrónicos, una zona para ver películas y una pequeña cafetería dentro del proyecto llamado inicialmente ‘Coffeenet'», asegura Guillermo Manjarrés, quien desde los inicios estuvo a cargo del proyecto y hoy es el director de las Unidades de Servicio y Logística Empresarial – du Nord.
“Nos dimos cuenta de que había una serie de servicios, recursos y beneficios que podíamos alinear como universidad, como el coliseo y la librería KM5; además, la inauguración del Café du Nord fue todo un éxito, transformando la manera en que los estudiantes se relacionan con la universidad y eso era algo que podíamos aprovechar en beneficio de nuestra comunidad universitaria», explica Manjarrés, quien asegura que desde la dirección de las Unidades de Servicio es posible entender de manera directa las necesidades del estudiante, no como un tercero a través de una concesión que le vende productos o servicios, sino desde una perspectiva institucional orientada a favorecer su bienestar.
Con este nuevo concepto para disfrutar la universidad, se implementó un modelo de gestión de recursos que genera mayores eficiencias. Esto permite que los excedentes de la operación de las diferentes unidades de servicio con las que cuenta la institución se destinen a sus fondos de becas, otorgando nuevas oportunidades cada año a jóvenes talentosos de todo el Caribe colombiano.
«El modelo es maravilloso porque al aprovechar estos servicios, que están diseñados desde el bienestar, la concepción de campus-mundo y la formación integral, te conviertes en donante. Esto ha permitido que muchas personas cambien su vida, su familia, su entorno y, con ello, la sociedad que somos todos”, asegura Manjarrés. Además, indica que du Nord existe solo dentro del campus, como un vehículo para crear comunidad y contribuir al desarrollo de la región, tal como lo hace la universidad.
Una nueva forma de relacionarnos con nuestra comunidad para brindar más bienestar
Según Manjarrés, du Nord tiene tres pilares fundamentales sobre los que basa su estrategia y operación: el bienestar de la comunidad, la formación integral y el concepto de campus mundo. Desde esta visión, los servicios conexos al ejercicio académico deben ser lo suficientemente pertinentes y generar tanto valor que el estudiante y nuestra comunidad los aprecien e incorporen en su vida universitaria.
De esta manera, desde el bienestar se integran los conceptos de calidad de vida y del tiempo, permitiendo al estudiante, al profesor y al colaborador socializar y sentirse apoyados en la construcción de su proyecto de vida, mientras reciben recursos y espacios que les permiten enfocarse en lo importante. «¿Cómo hacemos que el tiempo dentro de este campus sea valioso? Tiene que ver con que, como universidad, nos encargamos de ofrecer una serie de servicios que te permitan aprovechar el tiempo dentro de la campus para que puedas dedicar más tiempo a tu familia, a tus proyectos y a tu futuro».
En cuanto a la formación integral, el estudiante de la Universidad del Norte no viene solo a formarse como profesional, sino también como ciudadano; un ciudadano que sabe respetar una fila o ceder el puesto en una plazoleta de comidas a una persona con capacidades reducidas, una persona embarazada, entre otros.
«Queremos que un profesional de la Universidad del Norte sea un ciudadano del mundo, y los espacios de du Nord permiten fomentar ese relacionamiento y esos espacios de socialización que favorecen la formación integral», dice Manjarrés.
Finalmente, la concepción de campus mundo permite que la diversa comunidad de estudiantes de la universidad acceda de primera mano a la gastronomía y la cultura mundial. Por eso es común disfrutar de menús con platos típicos de otros países y encontrar literatura en inglés en la librería, entre otros ejemplos.
Son casi 150 colaboradores que, bajo el concepto de du Nord, trabajan en cocinas, almacenes, atención al cliente y todos los procesos que hacen posible que comamos de manera segura, que los libros estén disponibles y que los trabajos se puedan imprimir, entre otros servicios. Contamos con un equipo de personas muy comprometidas con la universidad, con gran disposición para servir, reconocer las necesidades del otro y encontrar la manera de satisfacerlas, lo que también nos permite crecer».
Guillermo Manjarrés, director de las Unidades de Servicio y Logística Empresarial – du Nord
Lecciones aprendidas y desafíos
Para Majarrés, el desafío más grande en estos 20 años ha sido enfrentar la pandemia, manteniendo un servicio que no podía detenerse en áreas tan críticas como du Nord H, la cafetería que presta sus servicios en el Hospital Universidad del Norte. La pandemia también resaltó y dio reconocimiento al aporte y valor de du Nord en la comunidad universitaria.
«La gente comenzó a valorar lo que significan estos espacios de socialización y bienestar, y a extrañar los momentos de encuentro en la universidad. Así que decidimos llevar la experiencia, la comida y los servicios hasta sus casas, para que pudieran disfrutar de lo que tanto extrañaban durante el confinamiento», señaló.
«La universidad del año pasado no es la de este año; la del semestre anterior no será la del siguiente. Nosotros, como universidad, interpretamos esos cambios para brindar al estudiante siempre una experiencia universitaria única y memorable», expresa Manjarrés.
Bajo esa premisa, el equipo de du Nord enfrenta dos nuevos proyectos: la administración del Centro Deportivo Roble Amarillo, con la piscina semiolímpica que iniciará actividades en el segundo semestre de este año, y la Zona de Experiencias Gastronómicas, ubicada al lado del Restaurante Bocas de Ceniza, que en alianza con Gato Dumas ofrecerá cursos donde, además de cocinar, se explorarán habilidades sociales, de liderazgo, trabajo en equipo, entre otras.