La Guajira, entre Luis Díaz y los jóvenes huelguistas

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Por Miguelángel Epeeyüi López-H.

“Las crisis, aunque dolorosas, tienen una función:
asumirlas de raíz, para dejar atrás un pasado obsoleto e inaugurar una nueva época”
(Eurípides de Salamina).

El complejo panorama actual de La Guajira se puede simbolizar en dos imágenes contrastadas, como si fueran el anverso y el reverso de una misma moneda: Por un lado, el agasajo al futbolista Luis Díaz, en Barrancas y, por otro lado, la soledad de los jóvenes en huelga de hambre, en Riohacha.

En ambas imágenes se evidencia una frase dolorosa que flota, de manera impertinente, en el aire de nuestra realidad:

¡Los que se portan bien obtendrán sus derechos!

Esta frase la interpreto como un lema distintivo de la dirigencia tradicional del Departamento guajiro, pues, aunque no la hemos escuchado de sus bocas, directamente, sí la hemos sentido en el comportamiento y en el desempeño de sus roles como gobernantes.

Vestida de gala la dirigencia política y varios personajes de la élite de la sociedad guajira, organizaron una ceremonia de reconocimiento al joven deportista, Luis Díaz Marulanda, por su rendimiento sobresaliente en la recién terminada Copa América, realizada en Brasil, y de la cual fue galardonado, por la FIFA, por ser tanto el jugador revelación como el goleador del máximo certamen del fútbol de Suramérica. Merecidas felicitaciones.

Ahí, tuvimos la oportunidad de presenciar, nuevamente, el “Ritual de lo Vacuo”: Discursos, aplausos, medallas al mérito, pergaminos de reconocimientos, fotografías de los abrazos… y las infaltables promesas de cajón (que, por lo general, terminan siendo incumplidas…).

Los guajiros y guajiras, mayores de 50 años, podemos preguntarnos: ¿Parece que esta imagen la hemos visto antes?… ¿En dónde la hemos visto?… ¡Ahh! Claro, hace 34 años la vimos; en dicha ocasión el jugador rodeado y felicitado con un atronador aplauso era Arnoldo Iguarán; quién también recibió el “Ritual de lo Vacuo”, por el logro deportivo de haber sido el goleador de la Copa América realizada en el año 1987 en Argentina.

Entre las gestas de Arnoldo Iguarán y de Luis Díaz hay un lapso de más de 30 años, tiempo suficiente para ver y testimoniar el desarrollo eficiente del sector deportivo en La Guajira; pero el resultado es triste, pues, no se han presentado cambios sustantivos en su infraestructura ni en la línea formativa ni en la dinámica programática, dado que no existen políticas públicas del deporte en el Departamento; es decir, de las promesas hechas en el auge de Arnoldo Iguarán, no se recogió nada verdaderamente significativo y, para ser más precisos, el triunfo de los dos goleadores guajiros en la Copa América, han sido posibles por el esfuerzo particular, por sus habilidades únicas y el acompañamiento de sus familiares y la fuerza comunitaria y organizacional que los respaldaron y los respaldan (como el caso de la Onic y organismos multilaterales que impulsaron el torneo Copa América de las selecciones de fútbol indígenas, en Chile 2015, en donde emergió, Luis Díaz).

Luis Díaz Marulanda. (Foto: AFP. Getty Images).
Jóvenes en huelga de hambre. (Foto: Eliana Mejía – Eltiempo.com).

El otro lado de la moneda

Como el reverso de la misma moneda de la juventud guajira, está el capítulo de los jóvenes en huelga de hambre, instalados en el parque Simón Bolívar de Riohacha. Esta huelga de hambre, iniciada el 1 de Julio (día del aniversario del departamento de La Guajira), está fundamentada en la falta de atención a las necesidades básicas de la población juvenil, por parte de los gobiernos municipales, distrital y departamental; en reiteradas ocasiones los funcionarios de las alcaldías y de la gobernación han incumplido los acuerdos previos para dar funcionabilidad a los planes de acción del sector y al buen desarrollo de los Consejos Juveniles Municipales y al Consejo Juvenil Departamental, se señala de politización en los procesos eleccionarios. Además, los jóvenes huelguistas, exponen la necesidad de organizar una Mesa de Diálogo Intersectorial en la que se analice la situación general de La Guajira… y se permita acceder a un espacio que dé impulso renovador a un acuerdo entre ciudadanía y gobierno, incluyendo la participación directa del Gobierno nacional.

¡Tan sólo una Mesa de Diálogo!… y, aún así, no se ha logrado manifestar una voluntad cohesionada entre los funcionarios públicos para adelantar la agenda que permita la puesta en marcha de esta Mesa de Diálogo.

Es inevitable no hacer la comparación entre las distintas reacciones de los gobernantes; si bien son dos escenarios diferentes (uno de alegría y otro de tristeza) en ambos lo que se exige es absoluta responsabilidad en los compromisos y la eficiencia en la gestión.

¿A qué se debe la lenta reacción de los funcionarios locales y regionales, ante un caso de extremo comportamiento, en el que se corre peligro la salud de una docena de jóvenes guajiros? ¿Acaso es una retaliación de los gobiernos a los huelguistas por ser los líderes de las recientes marchas juveniles? Es decir: ¡Se han portado mal!

Tal vez dirán: Ellos no son como Luis Díaz, en lugar de hacer goles, nos están haciendo autogoles. Pero hemos observado que no es sólo la desdeñosa actitud de los gobernantes, sino la indiferencia y la pasividad de la mayoría ciudadana. Este puñado de jóvenes nos están representando en la acción de disentir con las políticas del Gobierno nacional, departamental, distrital y municipales… y, sin embargo, sólo un 10 o 15% de la población hace visible el respaldo a su causa: ¡Es este el reflejo de la falsa unidad Guajira!

¿Qué haremos ahora? ¿Dejaremos que los gobernantes continúen adjudicándose créditos de los logros particulares de los guajiros y guajiras y seguiremos aplazándoles el debate político sobre el cumplimiento eficiente de sus funciones? Le exigimos la atención inmediata y funcional a la organización de la Mesa de Diálogo que reclaman los jóvenes huelguistas. ¿Qué tánto les puede costar?

Deben ver esta huelga de hambre de los jóvenes como una oportunidad para revisar los niveles de eficiencia de sus planes de desarrollo y para reactivar el dinamismo en sus relaciones con el resto de la ciudadanía riohachera y guajira. ¿Cuentan con la gallardía suficiente para hacerlo? ¿Les debemos recordar a los gobernantes cuáles son sus deberes primordiales?… principalmente es salvaguardar la vida de sus conciudadanos, es velar por la libre expresión, el bienestar y el bien vivir de cada uno de ellos; sin importar si se portan bien (hacer goles) o si se portan mal (protestar).

Justamente ahora, en que se abre el camino a una nueva jornada de elección popular atípica para la Gobernación de La Guajira, se requiere de espacios de diálogos. ¿No es este el momento de hacer realidad el protagonismo activo de una ciudadanía consciente de sus derechos y comprometida con la democracia en La Guajira? ¿No es la hora para actuar con seriedad y exigencia frente al derecho al voto libre, al voto programático y denunciar el sistema de compra-venta de votos? No podemos seguir viviendo en el mundo obsoleto de los “duros” que ordenan y de los “vulnerables” que obedecen. Es imperativo jalonar, desde la ciudadanía, para que se instale la verdadera democracia en las alcaldías y en la gobernación del departamento.

¡Los jóvenes huelguistas son, también, Luis Díaz… y hacen goles como defensores de nuestros derechos a ser una mejor sociedad!

¡La Mesa de Diálogo cuanto antes, por favor!

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