En las grandes ligas

Lucho y Weildler, nuestros dos destacados personajes, de los cuales nos debemos sentir orgullosos, con sus palmareses y brillando con luz propia han escalado la empinada cima para desempeñarse con pundonor en las grandes ligas. Ellos nos seguirán brindando motivos de satisfacción y encomio y se dirán para sí con El Quijote: se va anchando Castilla delante de mi caballo. Buen viento y buena mar, apreciados Lucho y Weildler!

Se va para Barranquilla

Como antecedente es importante recordar que el 17 de diciembre de 1976 se firmó el cuestionado contrato de Asociación entre la estatal colombiana Carbocol  e Intercor, filial de la petrolera Exxon, con una participación del 50% cada uno (fifty fifty), en el cual quedó establecido que esta última sería  la Operadora del mismo[2]. Desde entonces, la recién creada el 16 de noviembre del mismo año Carbocol, aunque abrió una oficina en Riohacha, fijó su domicilio principal en Bogotá e Intercor en Barranquilla, en donde permaneció hasta  el 2005, cuando el entonces Presidente de Intercor y antes Presidente de Ecopetrol Alberto Calderón tomó la determinación de trasladarse a Bogotá.

«Canciones sin letras», ¿El gran pecado de la nueva ola vallenata?

La queja más recurrente de los melómanos vallenatos sobre la nueva ola, se enfila, precisamente, hacia la “falta de letra” de sus canciones. Aunque, siendo justos, también graban algunas canciones con un contenido rescatable, en menor proporción que las bailables. Bien es cierto que, el grueso del repertorio nuevaolero, se caracteriza por textos ligeros en su profundidad, con lenguaje jergal juvenil, lugares comunes, prosaísmo y coloquialismo, ausencia de lirismo. También es cierto que, muchas de sus canciones están repletas de ofensas contra la mujer. No es menos cierto que, el formulismo y el esquematismo es una marca en el ejercicio composicional de los nuevos autores.

Andrés Beleño canta cuando escucha sus canciones

Andrés Emilio Beleño Paba, aquel hombre alegre y de facilidad para regalar cantos y versos con una rapidez inusitada ya no es el mismo. Ahora es callado, de pocas palabras y meditación profunda.

Solamente están vigentes los recuerdos de sus gestas folclóricas, de sus cantos alegres, sencillos y de gran significado. Eso sí al mencionarlos entrega una sonrisa para dar su aprobación.

Es una crónica del amor de su familia por el Primer Rey de la Piqueria del Festival de la Leyenda Vallenata, de amigos y colegas que lo ven como un ejemplo a seguir.

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